La carcasa del filtro de aire tiene un papel muy importante en los sistemas de filtración. Su forma debe garantizar sobre todo una igual distribución del flujo de aire a través del cartucho filtrante. El diseño es fundamental para regular el flujo, sin bruscos giros, que a veces pueden ser la causa del ruido. Además, una carcasa bien diseñada es a menudo un filtro en sí mismo, donde las partículas contaminantes mayores experimentan un filtrado previo gracias a la fuerza centrífuga. Aunque solo detengan las partículas más grandes de contaminantes de alta gravedad específica (es decir, polvo quarc), la masa de contaminantes atrapados es significativa, y a veces incluso comparable con aquéllos atrapados en el medio filtrante. Otro factor importante es un acceso fácil a los cartuchos durante el reemplazo. Desarrollar una carcasa con todas estas funciones, apta para un motor en el que el espacio es reducido, se consigue gracias a un experimentado equipo de ingenieros.