Los labios de sellado se utilizan en los filtros redondos, cuando los pliegues del medio filtrante, están pegados en los bordes, formando bolsas herméticas. Estas juntas se colocan en el borde interior del cartucho, creando una especie de filtro sellado, garantizando su seguridad en la carcasa y la distribución de tensión beneficiosa en el filtro durante su uso. La ventaja de este diseño es una junta de poliuretano significativamente menor, acción importante para el medio ambiente durante el reciclaje de filtros usados. En lo que respecta a la funcionalidad, estos filtros no difieren de aquéllos con junta tradicional que cubre toda la anchura de los pliegues.